martes, 17 de mayo de 2011

Miradas




Me equivoqué. Yo no veo el mundo como lo hacen tus ojos. No percibo la realidad como lo haces tú.


A pesar de estar ambos ante una misma imágen, tenemos dos perspectivas diferentes. Dos maneras de mirar, de interpretar el mundo.


Aunque me gustaría que fueran los mismos ... Que yo pudiera ver como tú. Que tú pudieras ver como yo.


Porque ... Si tú me dejaras, querría ver con tus ojos. Si tu quisieras, podrías ver con los míos.

Y a pesar de que ahora me pueda parecer que es muy difícil que nuestros prismas coincidan, quizás a no mucho tardar eso ocurra. Puede que pronto te des cuenta que no tiene nada de malo ver como yo. Igual que tal vez pronto yo aprenda a ver como tú.


Quizás la mejor visión no sea ni la tuya, ni la mía. Sino la mezcla, la fusión de ambas.


Que que la fuerza y el poder de tu mirada, se funda con la nobleza y la inocencia de la mía. Que la ensoñación y sinceridad de la mía, se una con la valentía y el coraje de la tuya. Que mi miedo y temor, sean vencidos por tu aventura y osadía. Que el misterio que se esconde en mis ojos, se junte con la intriga que leo en los tuyos...


Podría estar enumerando nuestras polaridades hasta mañana y quizás no acabaría.

Debemos de aprender, que el mundo no está lleno de blancos o negros. Sino de una inmensa variedad de grises o claroscuros, que hacen que nos decantemos más hacía un polo u otro. Nos enseñan que en la vida, podemos unos días ver el vaso medio vacío y al día siguiente medio lleno. Aunque quizás lo mejor desde un principio, sería verlo como es, un vaso que tiene la mitad de una manera y la otra de otra. Que aunque sean dos partes diferentes, no son incompatibles, ya que pueden existir a la vez en una misma realidad. Es más, se complementan.


Eso mismo debemos de extrapolarlo a nuestras manera de ver un mismo objeto, situación, imágen, realidad ... Ninguna de las dos es mejor que la otra, simplemente son distintas. Pero no debemos olvidarnos de intentar ponernos en el lugar del otro, de tratar de ver con sus ojos. De aprender mutuamente de la visión del otro, aprender a complementarnos y a enternder nuestras opuestas ... miradas.



2 comentarios:

  1. Pues sí. Empatizar... Ahí está la clave del éxito, la solución de muchos problemas y también con ello podemos evitar muchos más. Me aplicaré el cuento... que nunca viene mal =)

    ResponderEliminar
  2. Paso a saludarte después de mucho tiempo, procuraré volver, disculpa mi ausencia no puedo con todos ustedes son legión jajaj!!!
    Con ternura
    Sor.cecilia

    ResponderEliminar