lunes, 31 de octubre de 2011

Juego de Ajedrez





Me dije a mi misma que no lo volvería a hacer. Que no volvería a cometer el error de no mover pieza en el ajedrez de los asuntos del corazón. Pero lo hice y ahora me arrepiento. Aunque ya es tarde para lamentaciones, pues el rey ya tiene a 1 reina y esa no soy yo.


Después de planificar estrategias para llegar al otro lado del casillero, resulta que cuando estoy a sólo 1 cuadrícula alguien se me adelanta o tal vez fue el propio rey el que se desplazó poco a poco por las cuadrículas mientras yo me acercaba. Pero si hubo ocasiones en que lo hizo en mi dirección, ¿por qué se desvió? ¿Acaso cambió de opinión o es que otra pieza se cruzó en su camino y se conformó?


En la vida como en el juego, quien no arriesga no gana. Y por mi falta de osadía, he perdido la partida.




Luna de Plata



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