Y aquí estoy, en el lugar que me habías dicho, aunque veinticinco minutos más tarde de la hora acordada. Eso es algo raro en mi porque soy muy puntual y casi siempre llego antes. Lo que pasa es que no sabía llegar. Asi que pedí a un amigo que me acompañara, pero ya le he dicho que podía irse.
¿Por qué le he dejado marchar? ¿Por qué no le dije que esperara un poco y usarlo como escudo en caso de que las cosas no fueran como deberían ser? Porque este es tu territorio y no puedo evitar sentirme como una simple gacela en las tierras del león.
Además, estoy un poco confusa porque por un lado estaba deseando que llegara el día en que nos vieramos otra vez y por otro, los nervios se han apoderado de mi. Incluso puede que tenga un poco de miedo, miedo por lo desconocido, por...
Me pongo a mirar alrededor y me doy cuenta de que es el local donde ensayais, pero ... ¿dónde estás tú? No te veo por ninguna parte. ¿Por qué me haces venir hasta este sitio si luego resulta que no estás? Aquí sólo veo a un grupo de "desconocidos". Aunque hay un chico que de lejos se parece a tí, no eres tú.
Me acerco hasta ellos y todos nos saludamos con un hola. En sus caras me pareció ver una expresión como si quisiera reflejar que tal vez ya sabían que iba a venir. No se si yo u otra persona, pero sí alguien.
Vaya situación más incómoda. ¿Ahora que hago? Me quedo de pie como una estutua, pero no sé a dónde mirar ni que decir. Estoy más nerviosa que al principio si cabe. Es de esos momentos en los que te apetece desaparecer, porque te sientes tonta.
Miré el reloj como para disimular un poco. Para intentar controlar los nervios me puse a pensar en mis cosas y así tratar de no darme cuenta de que estaba alli de pie como una ridícula que ni hablaba por miedo a molestar.
Entonces tras un tiempo que me pareció eterno volvi a mirar las manecillas y sólo habían pasado ... ¡ 3 minutos! 3:37 para ser exactos. Decidí que lo mejor era preguntarles por tí y así lo hice.
- Perdonar, ¿está por aquí Carlos?
Una chica me sonrió
- Acaba de salir pero volverá en un par de minutos.
- ¡Ah, gracias! Es que ya no sabía si me había equivocado de sitio o de hora - También le sonreí, no sé si por ser amable o por los nervios.
De repente, se abré una de las puertas que hay en la pared del fondo tras la chica y levanto la vista.
Ahí estás tú. Te acercas hasta nosotros y saludas
- ¿Qué hay?
Parece que no me ves. ¿Cómo es posible si estoy en frente tuya? ¿Será que en verdad todo esto ha sido una broma y no pensabas que apareciera?
Pues ya es tarde, porque aqui estamos tú, yo y ... ¿tus amistades? Me has invitado para presentármelos, aunque yo no sabía para que venía.
Y no sólamente sois amigos, sino que además sois compañeros, teneis un grupo de música.
Eso ya me lo habías dicho hace tiempo. Y también que teníais problemas para encontrar a un nuevo batería, porque el del grupo se había roto el cúbito y el radio y tendría como mínimo tres meses de escayola.
Por fin me miras y me presentas, aunque no me dijiste sus nombres. Alli había tres chicos y dos chicas.
No se por qué no estabas tan hablador como siempre, era como si te diera vergüenza. ¿Te avergonzabas de mi, de la situación, del temor a que les pareciera mal que me invitaras o del temor a que yo no les gustara? A saber.
Me cogiste por el hombro y me llevaste hasta donde estaban sentadas las chicas. No sé tampoco el por qué estaban apartadas de los chicos, que en un rincón hablaban muy bajo entre ellos.
No podía evitar sentirme un poco incómoda por ser la extraña, por miedo a no caerles bien o no saber que decir.
- Bueno chicas esta es (mi nombre) - Pero si ya me habías presentado hacía unos segundos.
Ellas respondieron con una sonrisa.
Entonces me acariciaste la espalda como diciendo "ánimo" y luego fuiste hasta donde estaban tus amigos.
Miré para ellas y comprobé que eran muy guapas. Una rubia de ojos color avellana y una morena de ojos verdes brillantes.
No pude evitar preguntarme cómo ninguna de esas chicas tan guapas era tu novia. La verdad es que no sé como no tienes novia.
A pesar de sentir vergüenza decidí romper el hielo. Porque yo cuando me siento incómoda trato de comportarme de manera que no se note. Y muchas veces en vez de quedarme callada, para mostrar seguridad, comienzo a hablar aunque dentro de mi esté temblando. Es como un mecanismo de autodefensa. Lo que todabía no soy capaz de controlar muy bien, es el sonrojarme y eso me delata.
Asi que eso hice, comencé a hablarles. Les pregunté que desde cuando llevaban en el grupo y que era lo que hacían en él.
Mientras hablábamos yo notaba en sus miradas que me estaban juzgando. Que prestaban atención a cada una de mis palabras y gestos como analizándolos para luego llegar a un veredicto.
Yo logicamente deseo que el veredicto sea positivo, caerles bien, que me acepten.
En ese momento no se cómo en mi mente se dibujó la imagen de Bella Swan, la protagonista de Crepúsculo, cuando desea caerles bien a todos los vampiros de la familia de Edward. Pues yo igual, quería caerles bien a tus amigos.
Miré para tí y los chicos que seguiais, no sé por qué razón, alejados.
Pasó el tiempo y seguíamos hablando. De vez en cuando te miraba y me alegraba ver que ya tenías el humor de costumbre, ya te estabas riendo y haciendo el payaso como siempre. Me imaginé que estabais hablando de vuestras cosas y entre ellas del grupo.
Yo ya me iba sintiéndo más cómoda. La verdad es que me estaba gustando hablar con ellas. Son dos chicas muy majas y con las que coincido en varias cosas. De repente me di cuenta de que no sabía sus nombres. Entonces les dije que después de llevar hablando tanto tiempo no les había preguntado como se llamaban.
Se rieron con amplias sonrisas sinceras y me contestaron:
- Soy Maca - dijo la de la melena rubia.
- Y yo Noelia, bueno Noe - respondió la de ojos verdes.
La tarde iba mejorando. Por lo menos había conseguido conocer un poco a tus amigas y la primera impresión de ellas era buena. ¿Cuál sería la suya respecto a mí?
También descubrí el por qué ninguna podía ser tu novia. Resulta que eran las novias de dos chicos del grupo, Miguel y Dani. Ahora me faltaba saber cuál era cada uno.
Entonces otra vez apareció Crepúsculo en mi mente. Dos parejas. Alice con Jasper y Rosalie con Emmet. Además también estas chicas eran una morena y una rubia. Solo esperaba caerle a tu amiga rubia mejor de lo que le caia Bella a Rosalie. ¿Por qué pienso estas tonterías? ¿Serán los nervios que aunque más tranquilos, siguen latentes?
Pero la verdad es que lo que me preocupaba en ese momento eran tus amigos. Sobre todo uno de ellos, ya que las veces en que se cruzaban nuestras miradas la suya era muy seria como que yo no le hacia mucha gracia y eso me incomodaba, me daba la sensación de que no quería que estubiera allí. Sin embargo otro de ellos siempre me sonreia, no sé por qué. Y al tercero le tapabas tú la cara porque estabas frente a él.
De repente una pregunta de las chicas me hizo volver a la realidad. Una pregunta que me incomodó un poco e hizo que me ruborizara sin poder evitarlo.
- Y vosotros dos, me refriero a Carlos y a tí ... ¿que sois? ¿novios?
- ¡No!, somos amigos - Pensé que la verdad es que por mi parte si, pero tú no se si me consideras amiga, conocida o qué... Mejor dicho, yo te ofrezco mi amistad en el sentido de que estoy dispuesta a ayudarte en lo que necesites. Pero he de reconocer, que me parece que hay una parte de mi a la que le gustas como algo más que un amigo.
- ¡Ah! Es que él nos ha hablado un poco de ti y la verdad es que por la manera en que lo hacía no pensaba que fuerais amigos. ¡Perdona si te ha molestado mi pregunta! - dijo Maca.
- No, no pasa nada - Y sonreí nerviosa.
Ahora si que sentía verdadera vergüenza. Me daba hasta vergüenza mirar para ti para que no me vieras sonrojada.
CONTINUARÁ ...
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PD1: he cortado aquí la entrada porque daría para 3 o 4 pero como no quiero aburriros, pues os lo doy en raciones :-D